Cabo Buxa y playa de Balos (Acrotirio Buxa ke paralia Balos)

8 de mayo de 2011, primer domingo en esta sorprendente isla.

David, “El paramés”, Ada, “La griega” y este “chiguito” (el Negraki se quedo flotando en el olimpo) decidimos tomarnos el primer día de relax desde mi llegada recorriendo la parte final de la despoblada península de Gramvusa, la porción más nororiental de la isla de Creta.



Nuestros objetivos eran disfrutar de los paisajes y las aves del cabo Buxa. Lugar privilegiado para ambas asuntos. Paisaje duro, recio y un tanto salvaje, desprovisto de elementos no naturales y moldeado por los vientos y los dientes de las numerosas cabras y ovejas que lo pueblan.



En sus cielos, rocas y rala vegetación se pueden observar a las abundantes totovías y tarabillas comunes o las más escasas currucas de Rupell -de las que no tuvimos el privilegio de contemplar- o a rapaces como el buitre leonado, el halcón peregrino, el borni o el de Eleonora, acompañadas en los periodos migratorios, como en el que nos encontramos, por cientos o miles de aves en sus incesantes viajes entre los continentes africano y europeo. En esta ocasión pudimos disfrutar de varios ratoneros y águilas calzadas, numerosas pequeñas aves como tarabillas norteñas, papamoscas grises, cerrojillos, posiblemente collarinos, bisbitas arbóreas, currucas zarceras, golondrinas comunes y dáuricas, lavanderas boyeras –entre las que pudimos diferenciar al menos la subespecie feldegg-  y un largo etcétera.

Iniciamos la caminata en el punto que se acaba la pista de tierra para todoterrenos o para turismos un tanto inconscientes.

Tras más o menos dos horas y media de caminata, con numerosas paradas para observar las aves y fotografiar los paisajes que iban apareciendo a nuestro camino, llegamos a la punta norte, al cabo Buxa, muy próximo al islote de xxxx, donde parecía concentrarse una importante colonia reproductora de gaviota patiamarilla.

Se trata de una ruta más bien corta, bien señalada, pero en ocasiones un tanto incomoda de andar a causa de lo pedregoso del camino.

La vuelta fue más rápida, aproximadamente una hora y media, ya que no hicimos apenas paradas a contemplar pajarillos, ni a fotografiar el paisaje.

Al llegar al coche este se encontraba ya bastante acompañado de otros similares, cuya totalidad de pasajeros se habían dirigido directamente a la playa de Balos, playa paradisiaca vista desde las alturas y mucho más terrenal a pie de playa. Un sitio privilegiado, necesitado de una “pequeña” limpieza, un eficaz control, y sobre todo mucha mayor educación por parte de todos.

Isla de Creta (Kriti)

Sorprendente isla del Mediterráneo oriental, situada a medio camino entre la península de los Balcanes y la costa norte de Egipto y Libia.

La mayor del conjunto de casi 6.000 islas e islotes griegos, con una longitud de más de 265 kilómetros y una anchura media aproximada de 40.

Se encuentra vertebrada por tres conjuntos montañosos, Lefka Ori, Idi y Dikti, montañas que la aportan su carácter agreste, sus grandes desniveles (gran cantidad de zonas por encima de los 2.000 metros) y la mayor parte de sus sorprendentes paisajes.

Sus montañas, montes y costas son un paraíso para los aficionados a la ornitología y a la botánica, albergando sus montañas, a parte de numerosísimas cabras y ovejas -¡¡qué bien le vendría a su flora alguna menos!!- y sus pastores, las principales joyas faunísticas de la isla: quebrantahuesos, águilas reales, perdiceras, buitres leonados, cri-cris (cabra montesa autóctona), … Seguro que los aficionados a la botánica podrían hablar maravillas de estos lugares, pero yo me conformo con distinguir los cipreses de creta, sus coscojas, encinas, quejigos, mirtos, algarrobos, …

Estos grandes desniveles, unido a las regulares carreteras, con cientos, por no decir miles de curvas, hacen que los desplazamientos por la isla, principalmente de sur a norte y de norte a sur, precisen de tiempo, pero también de buenos ojos y predisposición para contemplar el variado paisaje.

El pueblo cretense es reivindicativo, apegado a sus tradiciones, orgulloso de su pasado, así como un tanto caótico, amante de los tiros y con un código de circulación propio, próximo a “hago lo que se me pone en los argidis

La mayor parte de la población se concentra en la costa norte, alrededor de las principales ciudades: Iraklio, Recymno y Xania, donde también se concentran los principales núcleos turísticos.